Vitamina D: Beneficios y cómo obtenerla
La vitamina D es un suplemento esencial para el organismo, ya que participa de una serie de procesos dentro del organismo. A pesar de su nombre, más que una vitamina, esta es una hormona o feromona, explican en Medical News Today.
Principalmente, te ayuda a mantener huesos, dientes y músculos saludables gracias a que ayuda a regular los niveles de calcio y fosfato en la sangre.
Pero también forma parte del sistema inmune y podría ayudar a reducir las posibilidades de tener enfermedades autoinmunes como la diabetes, asma o artritis reumatoide, según ha sugerido algunas investigaciones.
De acuerdo a las recomendaciones alimentarias diarias, definidas en estados unidos, los adultos mayores de 19 años deberían consumir 15 microgramos al día, y el número debería aumentar al 20 microgramos diarios si eres mayor de 70 años.
¿Qué tiene que ver el sol?
Desde la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard describen este compuesto como «la vitamina del sol», debido a que el cuerpo tiene la capacidad de producir naturalmente dos formas de este: la vitamina D2, y la vitamina D3.
A través de la exposición a los rayos ultravioleta que refleja el astro sobre la Tierra, se desencadena un proceso natural de secreción.
Según el Consejo de Vitamina D, se aconseja que las personas con tonos de color piel clara, aquellos que se ponen muy rojos y no se broncean, se expongan 15 minutos a los rayos. Mientras que quienes tienen la tez más oscura, podrían pasar un par de horas para poder producir la vitamina.
¿Necesito suplementos?
No está de más recordar que estos son los mismos rayos UV que aumentan el riesgo de padecer diferentes tipos de cáncer de piel, e incluso, la buena aplicación del bloqueador solar disminuye en un 90% la absorción de vitamina D, afirman expertos de la Universidad de Harvard.
De todas formas, algunos alimentos también podrían ayudar, en parte, a mejorar las concentraciones de vitamina en el cuerpo.
Debido a la falta de luz solar y dietas poco variadas, no es de extrañar qué gran parte de la población mundial tenga una deficiencia de vitamina D. Según un estudio del INTA junto a universidades chilenas, cerca del 70% de la población en grandes ciudades no tiene suficiente de este nutriente.
Esto se puede manifestar con fatiga, problemas de sueño, cambios de humor y debilidad en los huesos, según listan en Clínica Cleveland.
Si crees que puedes tener deficiencia, puedes acudir a un médico para conocer si es necesario consumir un suplemento extra.
De todas formas, gracias a la modificación al Reglamento Sanitario de Alimentos, a partir del año 2024 toda la harina, leche líquida y en polvo que se produzca o comercialice dentro del país deberá estar fortificada con vitamina D3.
La mejor postura para dormir
Al momento de acostarte, probablemente no has pensado en la postura que tienes para dormir y los efectos que podría traer.
Quizás, solo buscas aquella posición en la que te sientes más cómodo para conciliar el sueño, pero esta podría afectar tu descanso en más de una manera.
Si bien no existe una solución que se pueda aplicar a todos y cada uno de los individuos del mundo, más bien, dependiendo de las necesidades y características de cada persona, los expertos podrían indicar diferentes recomendaciones.
¿Cuál es la peor postura para dormir?
Por un lado, desde Clínica Mayo, explican que dormir de espalda podría ser la peor postura para quienes sufren de trastornos del sueño, como la apnea del sueño.
«Conozco a muchas personas que dicen que es cómodo porque no recargan el peso del cuerpo sobre las articulaciones, pero al dormir boca arriba, la lengua y la mandíbula caen y obstruyen las vías respiratorias. Muchas personas roncan más cuando duermen boca arriba», comento la Dra. Lois Krahn, médica del sueño.
Desde la Fundación del Sueño recalcan que esta, una de las posturas más populares, podría ayudar a quienes sufren de dolor de espalda o cuello, ya que es una de las que ofrece mejor estabilidad lumbar.
Por otro lado, desde el sitio Healthline, argumentan que dormir apoyado en el estómago sería la peor posición para dormir, puesto que podría causar dolor de cuello y espalda, además de poner mayor presión sobre los músculos o articulaciones. Sin embargo, según el mismo sitio especializado en salud, dormir boca abajo es una de las mejores opciones para quienes tienen apnea del sueño.
Entonces la mejor es…
«En general, hay bastante evidencia respecto a que dormir de costado es probablemente lo mejor», contó en el sitio oficial de Clínica Mayo el Dr. Virend Somers, director de instalaciones para el estudio del sueño.
Esta no solo sería una de las posturas más recurrentes entre la población, también sería beneficiosa para personas embarazadas, población mayor, quienes sufren de reflujo gastroesofágico, quienes roncan y/o tienen apnea del sueño o sufren de dolor de espalda.
Desde la Fundación del Sueño, advierten que por esta postura se podrían tensar las estructuras asociadas a los hombros e incluso podría promover la tensión de la mandíbula del lado en que te apoyas, advirtieron en Healthline.
También, por la presión del rostro sobre la almohada, podría promover a la aparición de arrugas en el rostro.
Expertos rebaten consejos sobre cuánta agua beber al día
Probablemente, has escuchado que algunos expertos recomiendan consumir 8 vasos de agua al día para mantenerse sano. Si es que no estás acostumbrado a tomar líquido, puede que este número parezca excesivo, pero no todos los especialistas entregan esta recomendación.
Consumir una cantidad adecuada de líquidos es fundamental para mantener un buen estado de salud, debido a que estos permiten que todo el organismo funcione de manera correcta. Es especialmente importante para mantener a los riñones, los filtros naturales del cuerpo, en el mejor estado posible.
Pero no todos los expertos creen que la cantidad de agua que se debe tomar al día es un número fijo que aplica a toda la población, de hecho, otros factores se deberían tomar en cuenta.
Según explican desde la facultad de medicina de la Universidad de Harvard, esta no es una recomendación que se pueda dar a ciegas, y cada persona debería tomar en cuenta otros factores. Por ejemplo, qué tan activo eres o el clima en el que vives, son algunos de los determinantes de la cantidad de agua que deberías tomar.
Respecto a la pregunta de cuántos vasos de agua al día se debería tomar, lo cierto es que no hay una respuesta única, pues los expertos indican que la ingesta de agua debe ser individualizada y acorde a las necesidades de cada persona. Para tener una aproximación de la cantidad de líquido que debes beber, lo más recomendable es consultarlo con un especialista.
Sin embargo, tu dieta también juega un rol fundamental, porque el cuerpo es capaz de obtener líquidos de ciertas comidas.
Algunos de estos son bastante obvios, por ejemplo, si es que disfrutas las sopas, esta comida te ayudará a alcanzar los niveles de hidratación que requieres para poder funcionar mejor.
Pero hay otras frutas y verduras que forman parte de tu dieta diaria y que también aportan con tu bienestar. Algunas de ellas que más líquido aportan son:
- Melón.
- Sandía.
- Pepino ensalada.
- Tomates.
- Durazno.
- Lechuga
¿Cuánto entrenar? Estudio afirma que hacer mucho ejercicio el fin de semana es tan positivo como distribuirlo de lunes a viernes.
Llevar una vida activa no siempre es compatible con una rutina cargada de responsabilidades, por lo que realizar ejercicio durante la semana puede que no sea una opción para todos. Sin embargo, esto ya no sería una excusa para ser sedentario.
Un estudio realizado por investigadores estadounidenses determinó que hacer una gran cantidad de actividad física durante el fin de semana, aporta los mismos beneficios para la salud que distribuir el entrenamiento a lo largo de la semana.
Para llegar a esta conclusión, los expertos analizaron los datos de más de 350.000 personas que informaron sobre su actividad física de manera periódica durante 16 años. El objetivo principal era establecer por qué quienes son especialmente activos los fines de semana tienen tan buenos resultados.
Fue así que descubrieron que los adultos que hacían 150 minutos o más de ejercicio de moderado a intenso (o 75 minutos de actividad intensa) a la semana, obtenían beneficios de salud similares a aquellos que distribuían las sesiones de lunes a viernes.
De esta forma, los autores sugieren que lo que cuenta es el tipo y la cantidad total de ejercicio, no en cuántas sesiones se completa. Además, descubrieron que los participantes físicamente inactivos, tenían tasas de mortalidad más altas que aquellos que entrenaban, tanto el fin de semana, como regularmente.
¿Cuál es la cantidad recomendada de ejercicio en una semana?
La respuesta para esta pregunta no es universal, ya que son muchos los factores que se deben considerar. El estado físico y los objetivos que se esperan lograr con el entrenamiento serán los que guíen la respuesta.
Una guía publicada por el NHS, el Servicio Nacional de Salud de Reino Unido, señala que la recomendación es realizar al menos 150 minutos a la semana de ejercicio de intensidad moderada.
Algunos ejemplos de ese tipo de ejercicio son desde caminar a paso ligero, un paseo de esfuerzo moderado en bicicleta o jugar dobles en tenis. La otra opción es disminuir el tiempo del entrenamiento, pero aumentar la intensidad, ya sea corriendo, nadando o jugando un partido de fútbol.
Además, la NHS recomienda hacer algún tipo de actividad física todos los días, incluidos ejercicios de fortalecimiento, como yoga o pilates, e intentar no permanecer sentados durante largos períodos de tiempo.